Comencemos con las Radeon R7. La tarjeta de más baja volada, y potencia, es la R7 360. A día de hoy un producto como la 360 puede no tener demasiado sentido, pero AMD vende mucho de la gama baja. Aseguran que es 1,3 veces más potente que modelos previos (comparando con una 7770 e incluso con una GTX 650), así que siempre sale a cuenta la actualización. Posee hasta 2GB de memoria de vídeo, y un precio que empieza en los 117,90 euros.
Por otro lado tenemos la R7 370, 1,4 veces más potente que la GTX 650 Ti y el reemplazo ideal si tenemos una HD 7790. Puede tener hasta 4 GB GDDR5, y posee un armazón más completo para la disipación. Se trata del modelo más potente de la gama baja, y en precio que comenzaría en los 162,90 euros. Vemos comparativas y sus especificaciones en las siguientes capturas:








Inmediatamente después comienza la gama R9, y se estrena con el modelo 380, la tarjeta de AMD que ya hemos analizado y que, de forma resumida, podemos decir que es una de las mejores opciones en precio para jugar fluidamente a 1440p. Hemos comprobado que esto es posible pero no en todos los casos, claro está, y que el consumo es un lastre para esta tarjeta. Aún y así, es compatible con DirectX 12, FreeSync, Virtual Super Resolution y FRTC, tecnologías que comentaremos al final y que son parte integrante de la familia 300. La R9 380 posee hasta 4 GB GDDR5, pero a nosotros sólo nos llegaron modelos de 2 GB.
Luego tenemos las R9 390 y 390X, la gama alta de la nueva serie. La 390 a secas posee hasta 8 GB GDDR5 (en esto supera a los modelos de la competencia) con un bus de 512 bits para ellas, lo que es toda una ventaja, y en principio es ideal para el juego en 4K. Supera a la GTX 970 de la competencia, en tanto la Radeon R9 390X superaría a la GTX 980 con las mismas características que la 390 normal. Aún y así ambas no se desmarcan excesivamente de la competencia, y habría que ver qué tal lo hacen en materia de consumo:












Y para el final la perra gorda: la Fury X. Ésta es la tarjeta gráfica de más alta volada, y la única, como antes decíamos, con una tecnología propia: el chip Fiji. En el siguiente punto vamos a ver mejor lo que trae consigo Fiji, aunque el día de la presentación en Munich ya os lo contamos, pero aquí lo resumiremos con más detalle. Por lo pronto, la Fury X posee una arquitectura propia, memorias de alto ancho de banda, un sistema de refrigeración líquida y un factor de forma más reducido que nunca: 194 milímetros, que para tratarse de un top de gama está muy bien. En el artículo que hemos preparado sobre la Fury X ya os explicaremos todas las características físicas de la tarjeta. Aquí os dejamos un resumen de sus especificaciones y la estructura de su chip, y en el apartado siguiente ya incidiremos sobre su arquitectura interna que es, en realidad, lo más nuevo de la serie 300.

