Echemos un rápido vistazo al exterior de esta caja. Hablábamos de un tamaño reducido, y no exagerábamos: 222 x 78 x 212 milímetros es algo que, realmente, cabe detrás de cualquier monitor. La ISK110 VESA está hecha de acero laminado de 0,8 milímetros de grosor, y se ha escogido el negro y el gris plomo como colores principales. El diseño hace que la caja sea cuadrada y fina, con múltiples rejillas para la ventilación, sobre todo la de uno de los laterales. Aquí tenemos un primer plano:

La Antec ISK110 VESA
En el lateral frontal tenemos los botones y conexiones básicos. De arriba a abajo: botón de encendido, led de actividad de sistema, led de actividad de disco, entrada y salida de audio (no identificadas, por cierto), y cuatro puertos USB frontales. En la parte de atrás, tenemos el espacio para el panel de conexiones trasero de la placa base, además del conector de alimentación para la fuente integrada en el sistema.
Como vemos, la unidad cabe perfectamente en el anclaje VESA que nos adjuntan, el cual es en forma de bandeja y se acopla tras el monitor, utilizando los orificios que las pantallas suelen incorporar (se observan diferentes orificios, según los tamaños admitidos).




Aspectos a tener en cuenta
Como es visible en las fotografías, el lateral de la rejilla casi permite ver los componentes internos al completo. Recordemos que esta caja es pequeña, y que la refrigeración pasiva es esencial para mantener el equipo en unas óptimas condiciones. Y lo cierto es que se trata de una unidad muy resultona, con un diseño muy interesante, y que coincide con otros productos Antec de la gama ISK. El peso de la caja es de 1,3 kilos aproximadamente.
Ahora, vamos a ver qué tal es por dentro.




Y todo lo demás