Cuando hablábamos de dimensiones realmente reducidas no era porque sí: 240 x 200 x 72 milímetros, que es realmente poco para lo que se ve por ahí. Como decíamos, su posición original es horizontal, pero también es viable poner la caja de pie si la ponemos mínimamente alzada:

Imagen promocional del Shuttle instalado verticalmente
Se ha escogido el negro como color, y una combinación entre plástico brillante para el frontal y acero laminado para el cuerpo como materiales empleados.

El Shuttle XH61V
El cuerpo mismo del XH61V es un pequeño cubo, una cajita plana y muy discreta que puede ser colocada en prácticamente cualquier parte. Por su diseño, es lícito su uso en cualquier entorno. A los lados tenemos salidas de aire, por lo que hay cierta perforación que admite un circuito muy concreto que luego podremos ver mejor en el interior.
En el frontal, dos tapas, que se abren pulsando en la parte izquierda: la superior revela el espacio para la unidad óptica slim que cabe en la unidad, mientras que abajo tenemos dos conexiones USB 2.0, y una entrada y una salida de audio. A la izquierda, y visible desde fuera, tenemos el clásico botón de encendido, y justo debajo un led de actividad de disco.




Al detalle
El calificativo de barebone no es porque sí: el XH61V ya incorpora una placa base adaptada totalmente a la caja, por lo que podemos ver las conexiones de ésta en la parte trasera, como es de rigor. Las conexiones que encontramos son las que siguen: salida S/PDIF digital de audio, dos puertos COM (RS232), salida DVI-I, salida HDMI, dos puertos ethernet gigabit LAN, dos puertos USB 3.0, dos puertos USB 2.0, y tres jacks de audio.
En la base, patas de goma para una mejor sujeción. Y atrás, dos tornillos extraíbles que permitirán retirar la tapa superior y acceder así al interior... algo que vamos a hacer ipso facto.

Las conexiones traseras de la placa