Hemos llegado a un momento en que prácticamente necesitamos (por decirlo de alguna manera) tener un acceso constante (e inmediato) a todos nuestros datos. Y entre esos datos se encuentran nuestras películas, vídeos y música favoritos. Dicha necesidad se ha establecido con el tiempo, ante el incesante aumento de dispositivos que ofrecen capacidades multimedia.
Actualmente, quien no cuenta con un ordenador de sobremesa cuenta con un portátil, una Tablet, un Smartphone, un barebone… o lo que se nos ocurra. Porque ya no existen diferencias entre los dispositivos, sino la cantidad de los mismos y si están conectados entre sí.
DLNA en el hogar
En ese afán por compartir todos nuestros archivos nacen las bibliotecas multimedia, que básicamente son el compendio de todos los archivos de audio y vídeo en un lugar específico (generalmente dentro de una red local, aunque también hay bibliotecas remotas). Una de las formas de compartir dicha biblioteca es con la creación de un servidor multimedia.
Preparar uno de estos no tiene mucho misterio. El verdadero problema viene cuando disponemos de diferentes tipos de aparatos, cada uno con su sistema operativo y configuración. En esos casos podemos encontrarnos con la dificultad de que o disponemos de software específico en cada dispositivo que posibilite la conexión, o los archivos de la biblioteca no serán accesibles para cada uno de ellos.
Por fortuna, han ido apareciendo diversos protocolos que permiten el uso de archivos multimedia entre plataformas, sin importar sistema operativo, firmware o cosas por el estilo: es lo que denominamos DLNA.
Y es eso precisamente de lo que va el artículo de hoy, de servidores DLNA, de bibliotecas multimedia en el hogar, y de cómo compartir todos nuestros archivos de la manera más fácil, rápida y fiable que pueda existir. Analizaremos las opciones disponibles, centrándonos en conseguir el mejor resultado. Y todo ello, por supuesto, sin gastarnos ni un euro.
Es la hora de crear nuestro servidor DLNA. ¡Vamos allá!