Con unas medidas de 210 x 500 x 493 milímetros, realmente no estamos hablando de una caja específicamente muy grande, sino que dispone de un tamaño contenido, por usar un término conocido. Los materiales que se han empleado son los mismos que la gran mayoría de las cajas que analizamos: acero y plástico, éste último sobre todo concentrado en el frontal. El color escogido nuevamente es el negro, incluso en el interior, así que ninguna innovación en este sentido. Con todo, el diseño es sencillo, pero el acabado es muy elegante, y destacan los bordes redondeados por doquier.

La BitFenix Raider
Nos concentramos en el frontal, como solemos hacer. Contamos con cuatro bahías de 5,25 pulgadas microperforadas para una mejor refrigeración. De hecho, este detalle es una constante en la Raider, tal y como iremos viendo. De hecho, el resto del frontal es así, con lo que se sigue una misma tónica estética, al tiempo que es bueno para los componentes internos. El logo de BitFenix está presente en la parte más baja del frontal en un acabado en plata muy vistoso.




Delante (y otro plano general más)
En la parte superior hay algunas cosas muy interesantes, y la principal es el acabado perforado que antes hemos mencionado, y que esta vez se ve claramente desde un plano superior. Además, se vislumbra con facilidad una rejilla adicional que describe rectángulos, y que no deja de ser un filtro para el ventilador adicional que podemos instalar, una unidad de 20 centímetros que puede ir bien para quitarle los calores a la caja.



Desde arriba
No olvidemos el panel de conexiones que consta, además de los botones de encendido y reset y los correspondientes leds de actividad de disco y general del sistema, de 4 USBs 3.0, entrada y salida de audio, y de un pequeño regulador (un modesto rehobus) que controla los ventiladores instalados.