La NES se reencarnó en la Super Nintendo, la consola de 16 bits de la compañía. El año 1990 fue el que bautizó a la Super NES en el mercado nipón (1992 en Europa). En su interior incorporaba un procesador Ricoh WDC W65C816 de 16 bits que funcionaba entre los 1,79 y los 3,98 MHz, RAM de 128 KB, chip de sonido Sony SPC700 de 8 bits a 4,1 MHz y 64 KB de RAM (con chip secundario de sonido), 4.096 colores en pantalla, profundidad de color de 16 bits y resoluciones que iban desde 256 x 224 a los 512 x 448 píxeles. Sus especificaciones y rendimiento final superaron de largo a su competidora de 16 bits directa, la Mega Drive de SEGA, con la que estuvo peleándose durante mucho tiempo.
Una de las características más destacas de la Super Nintendo es que internamente contaba con un procesador poco potente, pero disponía de numerosos chips secundarios y de apoyo que le otorgaban una potencia sin precedentes (el famoso Modo 7, que creaba gráficos vectoriales, usaba varios chips). Los programadores de la época no estaban acostumbrados a esa arquitectura, y los primeros juegos eran pobres técnicamente; con el tiempo, se le fue sacando todo el jugo al aparato.

La Super NES fue apodada en España como "el cerebro de la bestia"
La Super NES ha sido considerada por crítica y expertos como una de las mejores consolas de todos los tiempos, y desde luego, su vida y su cantidad de títulos son pruebas más que suficientes para otorgarle ese título. Su vida continuó incluso en la era de los 32 bits, pero como pasó con la NES, su importancia fue decreciendo con el tiempo. Nintendo América cesó la producción en 1999, y Japón lo alargó hasta 2003, anunciando en 2007 que ya no se repararían más Super Nintendo, finalizando así el soporte oficial.
Ahora me gustaría hablaros de la Game Boy. Muchos de nosotros hemos tenido o hemos podido jugar en algún momento a este pequeño ladrillo con pantalla cuadrada de color verde que ofrecía entretenimiento sin límites y que consumía más pilas que un motor de explosión. Surgió como un proyecto experimental, que se materializó de forma real con su lanzamiento al mercado japonés en 1989 (1990 en Europa). Eso de poder llevar un juego a cualquier parte era, en aquella época, todo un lujo.
A nivel de hardware, la Game Boy tenía una CPU variación del mítico Z80 de 8 bits que trabajaba a 4,1 MHz. Disponía de 8 KB de RAM, 8 KB de VRAM, sonido de 4 canales (un altavoz mono, sonido estéreo por auriculares), pantalla LCD reflectiva de 160 x 114 píxeles con 4 tonos de gris, un puerto serie de comunicaciones, conexión con otros usuarios vía cable link, y 4 pilas AA como alimentación. Usaba unos pequeños cartuchos EPROM como medio de juegos.

Infografía de la historia de la Game Boy
A pesar de contar con una pantalla que sólo mostraba grises y no se veía sin una luz directa, el éxito de la Game Boy fue abrumador, incluso por encima de su competidora, la SEGA Game Gear. Llegó a vender casi 120 millones de unidades en todo el mundo, y aunque al principio sus ventas fueron discretas, el éxito le llegó con un juego revolucionario, el Tetris, que venía de regalo en muchos packs de la época. La victoria de Nintendo sobre SEGA en terreno de portátiles fue tal que la marca Game Boy ha existido hasta el año 2005, cambiando de forma con diferentes modelos, hasta la aparición de la actual Nintendo DS.
De hecho, en 1997 se lanzó en Europa la Game Boy Pocket, internamente igual a la Game Boy original pero más pequeña, más ligera y que requería sólo de 2 pilas AA para funcionar. Un modelo especial, llamado Game Boy Light, salió ese mismo año en Japón de forma exclusiva, y consistía en una Pocket pero con retroiluminación incorporada. La Game Boy Color llegó en 1998. Externamente era parecida a la Pocket pero con una pantalla que podía mostrar 32.768 colores, mismo procesador (que podía alcanzar hasta los 8 MHz), y con 32 KB de RAM. La Game Boy Advance llegó al mercado en 2001, duplicando las especificaciones de la original, además de un rediseño de la consola en un solo chip, reduciendo el consumo. Incorporaba un procesador de 32 bits a 16,7 MHz, 32 KB de RAM y 92 KB de VRAM, pantalla de 2,9” (resolución de 290 x 160), y alimentada por dos pilas LR 06. La Game Boy Advance SP fue la penúltima de la serie Game Boy, aparecida en 2003, con un diseño tipo concha y nuevas mejoras de hard. La Game Boy Micro, que salió en 2005, fue el último modelo de la saga Game Boy. Fue una versión reducida de la Advance SP.