Los inicios en la informática se cimentan, para muchos de nosotros, en esas tardes de investigación, diversión y pruebas sinfín en solitario o con amigos empleando verdaderas máquinas que ahora consideramos “retro”. Ordenadores que marcaron el inicio de la informática doméstica, que redefinieron el concepto del entretenimiento tal y como lo conocemos y, sobre todo, se convirtieron en verdaderas leyendas. Muchos hemos tenido alguno de esos ordenadores del pasado, que poblaron las décadas de los 70, 80 y 90, e incluso algunos más contemporáneos. Todos, igualmente, conservamos gratos recuerdos de esos primeros pasos, entre tímidos y llenos de ilusión, que nos han convertido en lo que somos: aficionados a la informática.
Retro... retro...
En la primera entrega de esta serie de artículos pudimos ver tres joyas del pasado: el ZX Spectrum, el Amstrad PCW y el Amstrad CPC. Para muchos fue un verdadero viaje en el tiempo, en el que se recordaron momentos entrañables con estas máquinas. Pero por supuesto, no son las únicas que existen, y los inicios de la informática de estar por casa están plagados, precisamente, de ordenadores para todos los gustos. Hoy vamos a ver tres ejemplos más de prehistoria informática.
El primer candidato es un clásico entre los clásicos: el MSX. Un titán de la época que cosechó un gran éxito, sobre todo en Europa. El segundo es el Commodore, con todas sus versiones (que son unas cuantas, ya lo veréis). Y por último, hablaremos largo y tendido de los principales ordenadores Atari de la época.
Como veréis, siguen siendo máquinas muy conocidas que permanecen en nuestros recuerdos con mucho cariño, y que nos han hecho pasar ratos de gloria. Aún quedan muchos más, e intentaremos seguir hablando de ellos en los sucesivos artículos.
Sin más preámbulos, vamos a adentrarnos en la historia con estos tres “nuevos” portentos. ¿Nos acompañáis?