Con la llegada de la alta definición, los consumidores se decantan cada vez más por las pantallas de última generación que van apareciendo en el mercado. Más píxeles, más resolución, más pulgadas… y un abanico de opciones tan amplio en el que es muy fácil perderse. Si tenemos un presupuesto determinado, ¿qué opciones tenemos? ¿Qué conceptos son imprescindibles a la hora de escoger un televisor? ¿Es mejor una pantalla OLED que una LED? Pues si nos acompañáis, daremos respuesta hoy a estas preguntas, y a las que se deriven de las mismas.
Desde la comodidad de nuestro sofá, y siempre que la convivencia vecinal nos lo permita, somos muchos los que disfrutamos del verdadero cine en casa. Si el equipo de sonido ya lo tenemos y nos falta un aparato de televisión en condiciones, quizá sea hora de darnos un capricho y buscar ese equipo que se ajuste a nuestras necesidades. Dada la oferta existente en el mercado, es lógico que usuarios poco expertos (e incluso algunos más avezados en temas de tecnología) se armen un verdadero lío a la hora de discernir la mejor opción. Porque no sólo es una cuestión de precio, sino de calidad de aquello que nos están vendiendo. Siempre será bueno saber lo que estamos comprando, ¿verdad?

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Aunque aún estemos en medio de una recesión económica, eso no ha impedido que los fabricantes hayan ofertado numerosas opciones en materia de televisores. Eso sí, algunas de las tecnologías que estaban en desarrollo se han pospuesto para tiempos de bonanza de capital, por lo que quizá, con el tiempo, veamos una nueva explosión de modelos y tecnologías diversas. Las causas externas a la tecnología, a veces, son mucho más determinantes de lo que nos gustaría reconocer.
Dejamos claro desde ya que vamos a hablar exclusivamente de televisores, no de monitores para ordenador, puesto que a estos últimos les dedicaremos un monográfico más adelante (y actualizando, así, el artículo que nuestro compañero Arnau hizo en su momento). Recordemos que muchos usuarios utilizan sus televisores para conectar ordenadores allí, ya sea para jugar, ver películas, etcétera, así que todo está relacionado. Aunque a priori parezca que monitores y TV son el mismo perro con diferente collar, no es así, y es frecuente ver tecnologías distintas en los unos y en los otros, aunque es cierto que comparten muchos elementos de base, como veremos en este artículo.
Hora se sentarse cómodamente y disfrutar del espectáculo visual.