Pleno verano y una nueva entrega de esta saga para nuestros lectores, después de un par de títulos de estrategia, como Heroes of Might & Magic V y UFO: Afterlight, y un FPS que tenía pendiente, Halo 2, volví a buscar un poco de variedad, aunque con suerte un poco dispar. Esta entrega habla de X3: Reunion, Dark Messiah of Might & Magic y Splinter Cell: Double Agent, lentamente nos vamos poniendo al día, aunque aún falta bastante...
Título: X3: Reunion
Tipo: Simulador espacial y de comercio
Fecha lanzamiento: octubre 2005
Último parche: 2.5 - diciembre 2007
Jugado en: marzo-junio 2008
Un juego que va de más a menos.
X3 es como un amor platónico, sueñas con él, aspiras a mucho, pero cuando por fin lo consigues es efímero y da poco jugo. Una descripción algo rara, pero creo que válida para describir un título técnicamente impecable que peca de otros aspectos difíciles de explicar de forma rápida.
X3: Reunion es la tercera entrega de la saga X, un simulador de naves espaciales o quizá mejor dicho un simulador de un universo entero. No he jugado a anteriores versiones así que llegué a esta versión sin saber mucho sobre la historia que hay detrás ni que tal son sus anteriores entregas, por lo que he podido leer X3 se planteó como una expansión de X2, pero a medida que se iba creando vieron que daba suficiente jugo como para plantear un juego independiente. No sé si fueron las ansias de ganar más dinero con un nuevo título, el retraso del desarrollo de la ampliación o algún otro factor, pero así fue.


El modo de juego de X3 es muy similar a otros títulos muy distintos, como podría ser Oblivion, por citar alguno: Se trata de un universo libre donde podremos elegir casi todo lo que queramos hacer, no es un juego lineal como Half-Life o X-Wing por poner ejemplos. Hay una trama principal que se puede retomar cuando queramos y por lo tanto seguir un guión cinematográfico, sin embargo y a diferencia de Oblivion, esta trama principal consta de 24 misiones relativamente cortas y sencillas y no hay más caminos o sub-misiones. Una vez terminada la trama principal podemos seguir libremente deambulando a nuestro antojo por el universo. Las misiones principales, se pueden dejar y retomar en casi cualquier momento y por lo tanto podemos hacer que dure pocos días hasta meses enteros.



El juego siempre lo vemos en primera persona, pero no como un FPS, sino dentro de la cabina de nuestra nave, no saldremos de ella nunca y sólo nos ayudaran distintas vistas exteriores puntualmente y un par de cámaras que podremos configurar para que nos muestren nuestro objetivo actual, una nave que seguimos, etc... Sólo en algunos casos muy contados cambiaremos nuestra carlinga por el de un casco espacial para dar un pequeño paseo, normalmente para abordar otras naves y reclamar la titularidad de la misma, sin embargo y como hemos dicho es un juego básicamente en primera persona dentro de la nave, incluso cuando entramos en estaciones espaciales, donde se amplían los menús de juego, pero no abandonamos el hangar.






Este juego nos recuerda en muy buena medida a otros del mismo género, como pueden ser Privateer o Elite, por ejemplo. Han pasado tantos años que las comparaciones son odiosas y en principio este X3 es bastante más completo y complejo, que no quiere decir mejor.
Técnicamente el juego es excelente, aunque hay algunos aspectos a mejorar, por ejemplo la calidad de las cinemáticas es bastante deplorable y no está ni mucho menos al nivel del resto del juego. Por otro lado la mayoría de las voces, supongo que para ahorrar espacio, reducir costes y ampliar el número de idiomas soportados no están grabadas, sino que es el propio sistema quien lee los mensajes en tiempo real y nos lo explica, esto significa que a veces nos encontramos con problemas de pronunciación y frases divertidas, aparte de ser una voz monótona e insulsa que acaba destrozando esta sensación de buena calidad general. Es algo similar a los audiobooks en castellano que corren por ahí.



En el resto de aspectos el juego es más que correcto, tiene unos gráficos excelentes y un nivel de detalle enorme para tratarse de un juego de naves espaciales, hay una buena variedad de naves espaciales, bases y fábricas con gran riqueza visual y de diseño conceptual, los efectos especiales, el sonido, etc... son de lo mejor del juego y por lo tanto es un juego que si somos aficionados a este género o nos gusta el espacio no nos decepcionará, por lo menos en este aspecto. Cabe decir que por lo viejo que es el juego los gráficos siguen siendo excelentes y siguen pidiendo un buen equipo si queremos activar los niveles máximos de calidad gráfica y filtros, sin embargo parece que el motor está limitado por CPU y aún con los procesadores más modernos nos cuesta pasar de medias de más de 100 FPS, no es ningún problema, pero visto lo rápido que evolucionan las VGAs, el hecho de que no es un juego que aproveche multihilo y que las CPUs no mejoran tan rápidamente podemos cambiar de VGA sin notar ninguna mejora de rendimiento.



Si decimos que es un simulador espacial estamos contando sólo la mitad del juego, pues en realidad es una mezcla de ello y de simulador económico o de comercio, así que una buena base y que funciona muy bien del juego es la complejidad y profundidad económica del mismo. El universo está formado por un buen número de sectores, no los he contado pero seguro que pasan de los 150, lo que nos da para muuchas horas de navegación y sin un mapa podemos decir que es prácticamente imposible de explorar toda la galaxia.
El funcionamiento económico de cada sector va ligado al de toda la galaxia y por lo tanto parece que hay un motor económico funcionando en segundo plano que va gestionando todos los recursos que hay en dicha galaxia y reflejándolo en tiempo real. Así, si desaparecen 200 células de energía de una base es porque realmente ha llegado una nave allí y se las ha llevado, la podríamos seguir si nos interesara y veríamos como llega a otro sitio y descarga estas materias para comprar otro producto o partir hacia otro destino, etc. Así pues, las naves no aparecen ni desaparecen por arte de magia sino que siguen unos patrones que, aunque quizá sean muy simples, dan la sensación de estar ante un mundo vivo y real.








