En lo que concierne al interior, este PC MSI MEG Trident X2 13th es un compendio de tecnologías de última generación. O casi. El “casi” se refiere al uso de una unidad NVMe Pcie Gen4 x4 en vez de ser una de tipo PCIe Gen5. El equipo cuenta con una ranura M.2 compatible con PCIe Gen5, pero sigue usando una unidad de la generación anterior. Es comprensible: una unidad PCIe Gen5 de una capacidad como la que viene, de 2 TB, no es fácil de conseguir a estas alturas, y de hacerlo, el precio sería de unos 800 dólares, sin contar con apartados técnicos como las altas temperaturas que alcanzan estas unidades. Así que, el “casi” (todas las tecnologías de última generación) está justificado en este apartado del almacenamiento.
En la imagen superior tenemos el equipo abierto sin la tapa lateral derecha. En ella vemos, de arriba abajo, la tarjeta gráfica, el radiador del sistema de refrigeración líquida AiO de MSI con radiado de 280mm, la fuente de alimentación de 1.000 Vatios y las bahías para unidades de 3,5’’, ocupada una de ellas por la unidad de 2 TB HDD de 7.200 rpm que integra esta configuración.
Tenemos como procesador un Intel Core i9-13900KF. Se trata de un modelo sin gráficos integrados, como corresponde a una CPU pensada para gaming, donde los usuarios tendrán una GPU dedicada “Sí o sí”. Este equipo de MSI también es una buena propuesta para creadores o usuarios que necesitan un rendimiento alineado con escenarios de High Performance Computing o HPC, con aplicaciones en el ámbito de la ingeniería, la ciencia, la IA o el análisis de datos, sin ir más lejos. En cualquier caso, la audiencia objetivo es, mayoritariamente, la audiencia gamer. De ahí que la tarjeta gráfica sea una NVIDIA GeForce RTX 4090 24GB de MSI. Sin overclocking de fábrica, eso sí, como sucede con otros modelos más avanzados. Pero no está mal la elección si tenemos en cuenta las limitaciones en tamaño de este equipo, que no dejan margen para demasiadas florituras termodinámicas. Algo sí, como veremos, pero más en la parte de la CPU.
La refrigeración es de especial relevancia en este equipo. La disposición de los componentes, de hecho, parece estar pensada de acuerdo con las directrices necesarias para crear una circulación de aire capaz de mantener los componentes internos a una temperatura estable para mantener cargas sostenidas sin experimentar Throttling.
En la imagen de arriba, tenemos el radiador del sistema AiO desatornillado. Vemos los dos generosos ventiladores instalados, que aspiran el aire del interior, al tiempo que succionan aire del exterior de la rejilla frontal y ayudan a que el aire sea succionado por la tarjeta gráfica y sus tres ventiladores. De este modo, el aire que pasa por el radiador, sin estar a temperatura ambiente, sí que está a una temperatura suficientemente comedida como para mantener la temperatura de la CPU en un límite razonable.
La foto permite ver la placa base, una MSI MS-B9221, que no encontramos como modelo tal cual en la web de MSI. Es una placa a medida para este equipo, con chipset Z790 y unas posibilidades de expansión limitadas. Podemos ver al ampliar, el logo de la certificación 80PLUS Gold de la fuente, así como parte del módulo WiFi 6E M.2 y las dos ranuras libres para memoria RAM DDR5-4800. También se ve el módulo para el control de los ventiladores, así como la parte de la unidad NVMe PCIe en la parte superior izquierda detrás de la gráfica. El espacio está muy bien aprovechado. En la parte trasera, tenemos el ventilador de 80 mm que se encarga de echar fuera el aire caliente.
La gráfica RTX 4090, con sus tres ventiladores, aspira aire frío a través de la rejilla de la parte superior. Este aire enfría el disipador de la gráfica, y por ende a la propia GPU. Ese aire caliente se mezcla en la parte interior del equipo con el aire aspirado a través del frontal, donde hay una rejilla adicional para la entrada de aire fresco. El sistema de refrigeración del procesador es a través de un All In One de tipo Liquid Cooling con un radiador de 280 mm de largo, nada menos. Este radiador está dispuesto de modo que saca el aire hacia afuera, configurando los dos ventiladores para que lo hagan de ese modo.
MSI consigue crear un flujo de aire de elevada intensidad en este equipo MEG Trident X2 13th, donde el aire frío del exterior consigue reducir la temperatura del aire calentado por la CPU y la GPU lo suficiente como para mantener un régimen de rendimiento sostenido más que notable. En concreto, con la GPU ocupada con FurMark y la CPU con Cinebench R23, tenemos un consumo sostenido de unos 500W – 520W usando ThrottleStop para forzar la CPU al máximo posible por encima del límite PL1. El rendimiento en CB R23 fue de 31.300 puntos tras 10 minutos de funcionamiento continuado con FurMark en segundo plano “tirando” de CPU. Si dejamos que el equipo use los límites PL1 y PL2, tenemos un rendimiento en CB R23 con FurMark en segundo plano de 28.876 puntos. Es decir, tenemos un 7,7% de margen de rendimiento si “tuneamos” un poco el comportamiento de la CPU. En MSI Center, empleamos el modo de rendimiento extremo para esta prueba.
En las dos capturas de pantalla siguientes podemos ver gráficos que monitorizan la temperatura de la CPU, los Vatios de la CPU, la temperatura de la GPU y los vatios de la GPU. La escala de temperatura va de 0 a 100 grados. Los Vatios de la CPU van de 0 a 300 W y los Vatios de la GPU van de 0 a 350W. En la primera, hemos usado ThrottleStop para forzar a la CPU a usar el máximo de Vatios posibles en todo momento, con la limitación de la temperatura. FurMark estaba ejecutándose en todo momento en segundo plano. Como puedes ver, los Vatios de la CPU están todo el tiempo cerca de los 350 W de la gráfica de consumo. En la CPU, la parte en la que vemos más consumo corresponde a la ejecución durante 10 minutos de Cinebench R23. Como puedes ver, a partir del segundo minuto aproximadamente, el sistema empieza a reducir el rendimiento de la CPU para que la temperatura baje. De ahí que la gráfica no sea “limpia” y esté repleta de picos de temperatura y consumo. Con todo, el resultado obtenido tras 10 minutos, es de 31.300 puntos.
En la segunda captura, donde dejamos al sistema que regule los límites de potencia PL1 y PL2 de 125W y 253W. En este caso, en CineBench R23 vemos un pico de rendimiento que coincide con el PL2. Después, cuando se han superado los límites de temperatura y Vatios establecidos por el Power Limit 2, la CPU funciona bajo el Power Limit 1 de 125W, lo cual arroja un resultado de 28.876 puntos. La GPU, como puedes ver, sigue funcionando cerca de los 350W en todo momento, con ligeras fluctuaciones.
También es importante hacer notar que la bajada de temperatura tras finalizar la carga de trabajo, especialmente en la CPU, se realiza de un modo muy rápido. Es decir, los ventiladores y disipadores sacan el calor con rapidez y eficiencia, de modo que el equipo vuelve a estar listo para otro “chute” de rendimiento casi al instante. Muy bien por el trabajo de MSI en este MEG Trident X2 13th. Al diseño centrado en la creación de un flujo de aire óptimo y eficiente en el interior del equipo, MSI lo ha bautizado como Air Baffle Design.
La fuente es de 1000 Vatios con certificación de eficiencia 80 PLUS Gold, con margen suficiente como para alimentar a la CPU y la GPU más el chipset, las unidades de almacenamiento, la memoria, etcétera. La tarjeta gráfica RTX 4090, por su parte, también deja margen para más rendimiento, al alcanzar temperaturas de funcionamiento bastante comedidas.
El almacenamiento, como ya hemos comentado, viene a cargo de una unidad NVMe PCIe Gen4 x4 de 2 TB, más una unidad HDD de 2 TB y 3,5’’. Tenemos espacio para dos unidades HDD de 2,5’’ más otras dos HDD de 3,5’’. Además, hay margen para una segunda unidad M.2 PCIe Gen4 x4. Recuerda que una de las ranuras M.2 es compatible con PCIe Gen5 x4, aunque de momento no contamos con este tipo de unidades en este equipo de MSI.
En la foto siguiente se ve el lateral izquierdo sin la tapa, que deja al descubierto la ranura para la unidad adicional PCIe NVMe en la parte superior izquierda, junto a dos bahías libres para unidades de 2,5’’ y las bahías para unidades de 3,5’’, una de ellas ocupada con el HDD de 2 TB.
En la foto siguiente, tenemos la ranura M.2 sin su tapa, que deja ver el hueco disponible para una unidad de almacenamiento NVMe SSD adicional.