Si externamente, el MSI Prestige 15 A12UD es un portátil relativamente convencional, en lo que concierne a la tecnología “bajo el capó”, estamos ante un equipo muy bien dimensionado en cuanto a procesador, gráfica, almacenamiento, refrigeración o conectividad. El procesador es uno de los nuevos Alder Lake-P Intel Core de 12th Gen, con 14 núcleos y 20 hilos de ejecución: el Core i7-1280P concretamente, que es el procesador más top de esta familia Alder Lake-P.
El TDP nominal de este procesador es de 28W, pero por “arte de magia”, este equipo permite que el procesador funcione a picos de 64W y unos 50W sostenidos, lo cual se traduce en rendimientos de unos 14.000 puntos en Cinebench R23, que es una cifra sobresaliente para quienes busquen rendimiento. El equipo puede funcionar a regímenes de vatios bastante inferiores si lo que buscamos es autonomía, como los 15W que usa en el modo de ahorro de batería. De este modo, tenemos un poco de todo: rendimiento cuando lo necesitamos y autonomía cuando sea conveniente.

La tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3050 Ti tiene un TGP de 40W como máximo, lo cual permite hacernos una idea acerca del posicionamiento, que está más cerca del gaming ocasional y la creación de contenidos que del gaming para entusiastas. No es este un portátil gaming, pero la RTX 3050 Ti con 4GB de memoria GDDR6 ayuda a aliviar al procesador de las tareas de procesamiento gráfico, al tiempo que permite acelerar algunas tareas de autoría multimedia o edición de foto o vídeo, así como procesar vídeo y audio mediante algoritmos de IA. El gaming es posible, pero ocasional y a resoluciones 1080p o 720p. 4K es una resolución demasiado elevada para esta gráfica.
El portátil, cuando tenemos a la CPU y la GPU “tirando” al máximo, aguanta un total de unos 62W de potencia entre CPU y GPU simultáneamente. Está muy bien teniendo en cuenta el peso y el grosor tan comedidos de este equipo. Y permite afrontar tareas exigentes de un modo bastante solvente con una portabilidad sobresaliente y con una pantalla que, con esta resolución UHD 4K, es perfecta para escenarios multitarea o para usar aplicaciones de autoría o edición multimedia.

La memoria es de nada menos que 32 GB de RAM LPDDR4X, con una unidad SSD PCIe Gen4 x4 de 1 TB con un rendimiento excepcional de 6 GB/s de velocidad de lectura secuencial y más de 4 GB/s de velocidad de escritura secuencial. Además, hay otra ranura M.2 PCie Gen3 x4 libre si queremos añadir más almacenamiento. La batería es de 82Whr, con carga rápida. Tenemos conectividad Thunderbolt 4, así como USB 3.2 Gen 2, más HDMI 2.0 y una ranura microSD. Las conexiones inalámbricas contemplan Wi-Fi 6E más Bluetooth 5.2 y la webcam es 720p, que es uno de los puntos más “flojos” del equipo, todo sea dicho. Viene con cámara infrarroja para que sea compatible con reconocimiento facial de Windows Hello.

El audio es compatible con Hi-Res Audio más procesamiento digital DTS. No es que sea el punto más fuerte del portátil, como sucede con casi todos los laptops, pero cumple con dignidad en la parte de los altavoces, aunque se recomienda el uso de auriculares para tener una experiencia multimedia óptima.
El software que usaremos para configurar el comportamiento del portátil es MSI Center Pro, desde el cual podemos seleccionar el modo de rendimiento, así como todo lo relacionado con la cancelación de ruido, el modo de carga de la batería o la prioridad de ejecución de las aplicaciones, el registro del equipo, etcétera. Estamos ante un equipo muy bien pensado de cara a conjugar portabilidad con rendimiento.