La bisagra, de líneas rectas, permite abrir la tapa con un solo dedo sin tener que usar la otra para nivelar el conjunto. Una vez arriba, descubrimos uno de los elementos más importantes de cualquier portátil que se precie: la pantalla. En análisis de otros portátiles Aorus ya hemos podido constatar que la pantalla es un aspecto que no se ha dejado al azar precisamente, y aquí vuelve a destacar gracias a su diagonal de 17,3", convirtiéndola en el sueño de todo gamer gracias a esas generosas dimensiones. Como insinuamos antes, se ha seguido utilizando la misma resolución de los últimos modelos analizados, FullHD, que es más que suficiente para estos tamaños de pantalla. En el caso del 17G XC, el panel IPS que monta ha sido dotado, además, de 300 Hz de tasa de refresco, lo que otorga una fluidez en los movimientos sin igual, siendo capaz de sincronizar una alta tasa de fotogramas por segundo que se traduce en ausencia de blur, tearing o stuttering en las imágenes generadas por la tarjeta gráfica. Además, estos 300 Hz son más que adecuados para perfiles sRGB que muestran el 100% de la paleta de colores, como es el caso de esta pantalla, y también para las que muestran el 72% del perfil NTSC, como también es el caso.

Para asegurar la presencia de un marco realmente estrecho (escasos 3 milímetros, logrando así que este portátil sea un 15% más pequeño que los de 17,3 pulgadas habituales), la webcam, que normalmente se habría situado en el marco superior de la pantalla, se ha desplazado hasta la zona media de la bisagra, otorgando otro ángulo, eso sí, pero ganando de esta forma el espacio que hemos citado, hasta el punto de lograr una tasa de cuerpo/pantalla de nada menos que el 87%. Por cierto, que la cámara dispone de una tapa física, que podemos utilizar en cualquier momento para preservar nuestra privacidad.
Huelga decir que la pantalla del Aorus 17G XC viene calibrada de serie por X-rite, lo que significa que nos encontraremos con un perfil de color generado por un colorímetro (se supone que de la propia X-rite) con el fin de que la pantalla muestre los colores de la manera más fidedigna a la realidad que sea posible. La certificación por disponer de esta calibración se obtiene si ésta se realiza portátil por portátil; si no, el sello que se coloca es otro (Pantone validated).

Una de las ventajas de los portátiles de 17,3" es que disponen de un cuerpo más amplio, lo que permite colocar un teclado completo junto a un pad numérico extendido, como es el caso. También sabemos que no es necesario un portátil con esta diagonal de pantalla para contar con teclado completo, pero en este caso podemos disfrutarlo con las teclas más anchas y separadas. Y hay algo más: el Aorus 17G XC goza de interruptores mecánicos en sus teclas, en concreto switches Omron B3KL de perfil bajo, con un recorrido 2,5 mm. y un punto de actuación de 1,6 mm. Su tacto es tipo "clicky", es decir, que tendremos una sensación de click al pulsar, con el característico ruido de los switches mecánicos pero más sutil, ya que se trata de interruptores de perfil bajo y el recorrido es menor. Por supuesto, contamos con retro iluminación RGB personalizable mediante el software Aorus Control Center, que luego veremos en detalle. No podíamos ignorar la presencia de un touchpad que, además, dispone de un recuadro para la identificación de huella dactilar, posee botones y scroll integrados, y soporta gestos.

Entrando ya en la materia que realmente nos interesa, es decir, del hardware interno, el Aorus 17G XC ha sido dotado de lo siguiente:
- CPU: Intel Core i7 10870H (2,2 GHz hasta 5 GHz en boost)
- RAM: 32 GB DDR4 a 2.966 MHz
- GPU: NVIDIA RTX 3070 Mobile con 8 GB GDDR6
- Almacenamiento: 1 unidad NVMe de 512 GB (tenemos 2 slots M.2, uno de ellos compatible también con SATA)
- LAN: Realtek RTL8125-BG 2,5G
- WiFi: Intel AX200 (802.11ax)
- Bluetooth: 5.0 + LE
- Audio: 2 altavoces de 2W RMS cada uno, doble micrófono, software Nahimic 3 incorporado

Como vemos, el hardware empleado es el que hemos podido ver en el 15P XC, con las consabidas salvedades, de manera que no hay grandes cambios en este aspecto. Es una configuración de hardware que funciona muy bien y que ha demostrado sobradamente su solvencia, por lo que no deberíamos tener problemas con prácticamente ningún juego en la actualidad, ni ninguna aplicación. Eso sí, todo apunta a que la batería sufrirá un poco más al tener que alimentar una pantalla mayor y una tasa de refresco superior, pero eso es algo que ya veremos en las pruebas, tanto sintéticas como del día a día, que encontraréis a continuación.
