La evolución de los teclados ha sido curioso: antiguamente, los primeros eran mecánicos (con interruptores rudimentarios, todo sea dicho de paso). Con el paso del tiempo, los de membrana se impusieron, dando como resultado teclados más compactos, con teclas más reducidas y, sobre todo, menos ruido a la hora de pulsar. Sin embargo, la irrupción y expansión del mundo gaming provocó la recuperación de los teclados mecánicos, eso sí, actualizados y mejorados. ¿Por qué? Parece que son más eficientes para el juego que un teclado de membrana, pero antes de entrar en las diferencias, recordemos qué es un teclado de membrana.

Los teclados de membrana se caracterizan por disponer de, al menos, tres láminas flexibles que se superponen entre sí, y que:
- La superior, un circuito eléctrico impreso flexible que se une a las teclas mediante un contacto metálico.
- Una intermedia que hace las funciones de separador, con orificios que coinciden con la posición de las teclas.
- La inferior vuelve, nuevamente con un circuito eléctrico flexible, y que coincide en posición con las teclas y los orificios de las capas superiores.
La mayor ventaja de los teclados de membrana es su precio: son económicos porque con las tres capas citadas ya actúan todas las teclas (para los mecánicos se requiere un interruptor por tecla, lo que encarece el producto), pero por contra son más débiles al paso del tiempo y el uso, y es más fácil que dejen de responder algunas teclas que usamos mucho, o que directamente se rompan. Existen dos tipos de interruptores de membrana: tipo cúpula, que es básicamente un pulsador de goma en forma de cúpula que se dobla al pulsar la tecla (su vida útil es de 5 a 10 millones de pulsaciones), y tipo tijera, con un mecanismo en la parte inferior de la tecla que son dos crucetas de plástico que se juntan al pulsarse; su vida útil es de entre 10 y 30 millones de pulsaciones (son los que encontramos en la mayoría de teclados de portátiles).

Vistos teclados de membrana, ¿qué son los interruptores mecánicos? ¿Qué diferencias presentan respecto a los citados? Pues es sencillo: en lugar de placas de plástico que hacen actuar a todas las teclas a la vez, en los teclados mecánicos cada tecla tiene su propio interruptor. Las principales diferencias respecto a los de membrana son:
- Recorrido: para que el teclado de membrana sepa que hemos pulsado una tecla, hay que pulsar hasta el fondo. Con los mecánicos, esto ocurre antes, aunque el recorrido sea más largo.
- Durabilidad: con una media de 50 millones de pulsaciones, sobre esto los de membrana no tienen nada que hacer.
- Estabilidad: las teclas como la barra espaciadora utilizan estabilizadores laterales, y las normales se montan sobre placas de acero y se sueldan a la placa de circuito impreso, provocando una sensación de robustez incomparable.
- Desmontable: las teclas mecánicos se pueden desmontar, algunas sólo la parte de la propia tecla, otras incluso el propio interruptor, favoreciendo el mantenimiento y la limpieza.
- Peso: los teclados mecánicos son más pesados que los de membrana en términos generales.
- Precio: también son más caros, dada la calidad de construcción a nivel general.