Lo hemos mencionado durante el artículo, pero a modo de resumen, los procesadores Intel Comet Lake para portátiles y Ice Lake dependen mucho de las posibilidades del sistema de refrigeración del portátil concreto de que se trate. En equipos como el ASUS ExpertBook B9, sin ir más lejos, ASUS ha habilitado tres modos de funcionamiento para su procesador Intel Core i7-10510U Comet Lake. En esos tres modos se juega con diferentes límites de potencia hasta un máximo de 25W pasando por un mínimo de unos 7W, con un TDP nominal de 15W.
En Ice Lake y Comet Lake no es habitual que haya este tipo de opciones, dejando que el equipo funcione dinámicamente sin control por parte del usuario. En el ASUS, es cierto que en el modo de 25 W el sonido del ventilador es manifiestamente alto, pero a cambio tenemos un rendimiento claramente superior.
En los Tiger Lake, este funcionamiento dinámico parece que será capaz de aprovechar el potencial de los procesadores de un modo mucho más eficiente y dejando al usuario más opciones de configuración. Y con resultados que devuelven a Intel al primer lugar del rendimiento single core a partir de las primeras pruebas de rendimiento.

Foto: el TDP de los Tiger Lake es configurable (cTDP) con un margen de operación muy amplio que permite tener equipos dimensionados a la medida de cada tipo de aplicación que queramos usar entre 7W y 28W, que pueden ser más en momentos puntuales.
En Notebook Check encontramos que un Tiger Lake de 28W, en Cinebench R20 Single Core es mejor que una APU Ryzen 4000 con un TDP de 35W. En Geekbench 5.2 tenemos también un resultado favorable al Tiger Lake. Además, los Tiger Lake de 4 cores rinden mejor en multicore que los Coffee Lake o los Comet Lake de 6 cores, aunque en este caso el TDP es de 28W frente a 15W.
Lo que viene: Alder Lake, Rocket Lake, Zen 3, ARM
Estamos en un momento complicado para Intel. A pesar de que Tiger Lake ha supuesto una mejora relevante (al menos en una primera toma de contacto) para los equipos portátiles, Intel necesita evolucionar su arquitectura hacia escenarios no tan dependientes de los márgenes de potencia disponibles.
A estas alturas, es solo una especulación gestada en la observación del comportamiento de los procesadores de Intel en la vida real. AMD con las APUs Ryzen 4000 para portátiles y cores Zen 2 con gráficos Radeon Vega 8 mantiene su funcionamiento dentro de los márgenes de su TDP nominal. Al menos, a estas alturas, es lo que se deriva de las pruebas de rendimiento.
Para los Comet Lake, por ejemplo, Intel establece el TDP nominal para el funcionamiento a la frecuencia base. Así, una CPU como el Core i7-10750H, tiene un TDP de 45W para la frecuencia base de 2,6 GHz, mientras que el parámetro PL2 (Power Limit 2) indica los Vatios que se disipan a la frecuencia boost de 5 GHZ. En el caso de este procesador, este valor PL2 alcanza los 80W nada menos.

Foto: Los procesadores de la gama "H" o UP2, tendrán que llegar también para los Tiger Lake en algún momento del futuro cercano. La nueva arquitectura de los Tiger Lake debería mejorar a los Comet Lake-H de forma clara.
Sin embargo, el Ryzen 7 4800H mantiene su TDP de 45W para todo su rango de frecuencias. Es por esto que Intel necesita encontrar una arquitectura que sea menos dependiente de los “boost” de frecuencia, o cuando menos que establezca márgenes menos exigentes.
Además, tanto para Intel como para AMD, en poco tiempo habrá un nuevo competidor en el mercado: los procesadores Apple para MacOS basados en ARM. De momento se conocen pocos detalles sobre cómo será el rendimiento de MacOS sobre ARM, aunque no parece que Apple se vaya a meter en una aventura como esta, la de dejar de lado x86, sin tener claro que va a conseguir estar por encima de Intel en cuanto a rendimiento o eficiencia.
Los MacBook Air actuales, por ejemplo, con procesadores Ice Lake-Y no son precisamente la mejor compra en cuanto a prestaciones / precio. Y los MacBook Pro de 13’’ y 16’’ están condicionados por la disipación de los equipos. Apple ha conseguido mejorar este apartado en gran medida con los MacBook Pro de nueva generación, todo sea dicho. De todos modos, Apple ha conseguido desarrollar una arquitectura ARM muy eficiente y potente a la que quiere poner en valor.
Primero ofrecerá modelos MacBook de tipo delgados y ligeros, aunque posteriormente llevará sus procesadores ARM a todas las familias de equipos Mac.
Arquitectura híbridas: una tendencia al alza
Intel, por su parte, está experimentando con arquitecturas híbridas con cores de alto rendimiento y de bajo rendimiento, imitando a los SoCs de ARM con arquitectura big.LITTLE en la que dependiendo del tipo de tarea, se usan cores de alto rendimiento y un mayor consumo de energía, o cores eficientes donde prima el ahorro de energía frente al rendimiento.

Foto: Intel está ensayando formas de empaquetar los chips en formato 3D con capas de componentes superpuestas. La tecnología Foveros hace posible chips como el Lakefield.
Ya ha presentado la primera generación, Lakefield, con tecnología de packaging tridimensional en capas Foveros, donde encontramos un core Sunny Cove como el de los Ice Lake, y cuatro cores Tremont, ambos con 10 nm como tecnología de fabricación, junto con gráficos Gen11. Alder Lake llegará en 2021, con cores Golden Cove de alto rendimiento y cores Gracemont eficientes. Después llegará Meteor Lake, con tecnología e 7 nm en 2022 o 2023, con cores de alto rendimiento Ocean Cove y Gracemont para los eficientes.
AMD, por su parte, ya patentó en 2017 una arquitectura híbrida con cores de alto rendimiento y cores eficientes en la que un hilo de ejecución puede cambiar dinámicamente de unos cores a otros para ajustar la utilización de los recursos del sistema al tipo de aplicación que se está ejecutando.

Foto: AMD también tiene patentes para futuros procesadores híbridos con cores de alto rendimiento y cores eficientes, aunque de momento no hay productos concretos.
Parece que el futuro pasa por arquitecturas heterogéneas, al menos para portátiles, que es donde la eficiencia energética tiene una mayor relevancia. Por lo pronto, hay varios frentes abiertos: Intel con Tiger Lake, que parece que ha tomado la delantera a AMD y Zen 2, aunque con Zen 3 a la vuelta de la esquina AMD tiene mucho que decir y demostrar. Intel con Rocket Lake para escritorio también tiene que hacer un trabajo serio para volver a ser competitiva en equipos de sobremesa.
Apple con sus procesadores ARM para Mac OS se enfrenta a dos años en los que tendrán que trabajar tanto en el hardware como en el software para que todas las aplicaciones MacOS funcionen correctamente sobre ARM. En Windows, ARM aún está en una fase de desarrollo muy temprana, aunque es de esperar que Qualcomm y otros fabricantes avancen en sus SoCs ARM para equipos portátiles.
Las arquitecturas x86 híbridas parecen ser la respuesta de Intel ante ARM para Mac, con cores de alto rendimiento y cores eficientes. AMD cuenta con patentes en este sentido, pero de momento no hay propuestas concretas ni tenemos procesadores AMD basados en Zen similares a los Tremont de Intel (los Atom, por simplificar).