
Una placa como ésta, lo que realmente tiene son extras. El primero, que la hace verdaderamente exclusiva, es el mencionado bloque de agua, que se acopla en la superficie de la placa, y por donde circularía el líquido refrigerante, una vez tengamos todo montado. Este monobloque refrigerará por igual tanto la CPU, como el chipset y las unidades M.2, y gracias al sellado interno de teflón y al sistema de detección de goteo, podremos montar nuestro kit de refrigeración líquida sin temor alguno. Este encapsulado deja menos sitio en la superficie de la placa, y por eso Aorus ha implementado conectores en ángulo recto, para que sea más fácil la instalación de componentes y cables, indistintamente.

Antes ya hemos destacado el apartado eléctrico de esta placa, y no nos extenderemos mucho más en ello, así que únicamente comentaremos que como Aorus ha hecho con otras placas base de gama alta y extrema, la Z490 Aorus Xtreme Waterforce monta condensadores de tántalo, un material anti corrosivo y de baja resistencia, ideal para placas que quieran explotar al máximo las capacidades de cualquier procesador. Por otro lado, y como ha ocurrido también en otras placas Aorus, se ha aislado el circuito de RAM y se ha protegido convenientemente para evitar ruido eléctrico, y potenciar así la estabilidad y el posible overclock.

El sonido es importante, por lo que se ha dotado a la Z490 Aorus Xtreme Waterforce de dos chips de audio independientes: un Realtek ALC1220-VB con DAC ESS ES9218P para el audio frontal, y otro Realtek ALC1220-VB con DAC ESS ES9018K2M más un amplificador TI OPA1622. Hay soporte para DTS:X Ultra, multicanal y S/PDIF, además de proporcionarnos un DAC por USB opcional para dispositivos externos. También nos aportan una controladora de temperaturas y ventiladores adicional, con capacidad para una buena cantidad de ventiladores extra. Finalmente, señalar la presencia de las protecciones PCIe Armor para los puertos PCIe, las memorias, y las soldaduras especiales de la base para unos mejores acabados.
