Aunque la tecnología avanza, las tecnologías de almacenamiento tampoco lo están haciendo tanto. Seguimos contando más o menos con las mismas conexiones que hará unos años, cuando hicimos una primera revisión de lo que había en aquel momento en cuanto a formatos de almacenamiento. En la actualidad la cosa sigue más o menos igual, con el añadido de que el público ha ido escogiendo sus formatos preferidos, y son éstos los que se han ido popularizando. De entre todos ellos, el M.2 es el que parece estar imponiéndose, como alternativa a los SSDs SATA clásicos, con todas la ventajas que ello comporta: velocidad, bajo consumo, tamaño reducido, y lo que es más importante de todo: susceptible de ir mejorando en el futuro sin tantas limitaciones como los discos SATA tradicionales.

Cuando nos referimos al formato M.2 nos referimos a la forma, es decir, cómo es físicamente dicho dispositivo: en esencia, se trata de una placa PCB alargada con un conector a un lado, y los chips de almacenamiento y la controladora se distribuyen a lo largo de dicho PCB. Heredero del mSATA (actualmente casi inexistente), el M.2 es un disco que, como estándar, tiene 22 mm. de ancho (hay modelos de más o menos ancho, pero no son tan habituales), y es la longitud lo que puede ser más variable, aunque dentro de unos estándares. De hecho, según su longitud, tenemos:
- M.2 2242: la longitud es de 42 mm.
- M.2 2260: la longitud es de 60 mm.
- M.2 2280: la longitud es de 80 mm.
- M.2 22110: la longitud es de 110 mm.

En la placa base de nuestro portátil o PC compatible encontraríamos el conector M.2, que es el que permite la interacción bilateral entre el disco y el procesador. Según el protocolo usado, encontramos:
- M.2 SATA: En esencia, se trata de un disco SATA tradicional pero con el formato M.2. El ancho de banda máximo es el del protocolo SATA, es decir, 6 Gbps.
- M.2 PCIe: Actualmente los más usados, usan pistas PCIe que permiten un ancho de banda mucho mayor. A más pistas PCIe usadas, mayor ancho de banda. Dedicaremos el siguiente apartado a los M.2 PCIe, ya que merecen una consideración especial, como actual estándar del almacenamiento de alto rendimiento.