AMD ha presentado recientemente sus propuestas Threadripper basadas en la microarquitectura Zen 2 en la que usa la tecnología de chiplets para añadir más o menos cores dependiendo del procesador de que se trate, junto con el silicio correspondiente a la entrada / salida. En concreto, ha presentado el Threadripper 3960X y el 3970X, con nada menos que 24 y 32 cores respectivamente, en los que encontramos un zócalo nuevo, el sTRX4 y un nuevo chipset, el AMD TXX40. Es la tercera generación de procesadores AMD Threadripper, en la que los fabricantes de placas parecen haberse volcado con más de 12 placas disponibles para elegir como soporte para sacar todo el rendimiento posible a estas bestias de procesamiento paralelo, en las que tenemos también cores con un rendimiento de un único núcleo que ha mejorado frente a la arquitectura Zen+. La placa que analizamos hoy es una de esas propuestas. Concretamente la Gigabyte TRX40 Aorus Master.

Estamos hablando de productos para entusiastas o profesionales, todo sea dicho. El precio de los procesadores es de 1.539 euros para el Threadripper 3960X de 24 cores y 48 hilos, y de 2.189 euros para el Threadripper 3970X con 32 cores y 64 hilos. Los Threadripper de segunda generación ya contaban con este número de cores, aunque con diferencias importantes. Así, mantienen 64 líneas PCIe, pero ahora se trata de PCIe de cuarta generación, y las frecuencias de reloj también suben notablemente como comentaremos más adelante. La propuesta más cercana de Intel para el segmento entusiasta es la del Intel Core i9-10980XE con 18 cores y 36 hilos que cuesta 1.199 euros, mientras que los Xeon W de 28 cores como el Xeon W-3275M cuestan unos 7.500 dólares. Estos procesadores son los que equipan las nuevas workstations de Apple, los Mac Pro, todo sea dicho. Las necesidades de potencia de los Threadripper de tercera generación llegan hasta los 280W de TDP, lo cual hace que los fabricantes de placas tengan que esmerarse para ofrecer una alimentación a la altura de estas necesidades. No en vano los nuevos Threadripper pasan de una frecuencia base de 3 GHz a 3,7 GHz y 3,8 GHz con una frecuencia “turbo” de hasta 4,5 GHz frente a los 4,2 GHz de la segunda generación.

Para alojar a estos nuevos procesadores se necesitan placas nuevas. Aquí AMD no ha mantenido su filosofía en aras de mantener el zócalo en diferentes generaciones. Es comprensible, no obstante, si atendemos a la evolución de la plataforma, que ha dado un salto importante, y sentando las bases para un potencial Threadripper de 64 cores nada menos, como ya se rumorea sin más que extrapolar la tecnología EPYC al segmento entusiasta de consumo. La TRX40 Aorus Master está por debajo en gama de la TRX40 Aorus Xtreme que ya hemos analizado aquí. Son más de 300 euros de diferencia, lo cual sin duda da un respiro a nuestro presupuesto, aunque siempre dentro de un contexto de inversión elevada, claro está. Es una placa con formato E-ATX donde tienen cabida hasta ocho módulos de memoria RAM DDR4-4400 con hasta 256 GB de RAM totales, sin olvidar sus 16+ 3 fases de potencia, capaces de repartirse las necesidades de potencia del procesador de un modo progresivo y lineal para responder a las demandas de las cargas de trabajo multi hilo. El apartado de la disipación térmica es otro que está muy cuidado, aunque no encontramos la placa metálica que recubre todos los componentes principales, desde las fases de potencia hasta el chipset refrigerado activamente o las unidades M.2, para maximizar la disipación térmica a través de esta “Thermal Reactive Armor” que usaba el modelo Xtreme. Es una idea que ya aplicó ASUS en los modelos TUF en su momento, y que ahora se aplica de un modo más evolucionado. En la “Master” tenemos un diseño elaborado en la parte térmica, pero menos que en la Xtreme. Gigabyte también emplea una base de “NanoCarbon” para la parte inferior, un ventilador silencioso para el chipset y heatpipes junto con radiadores de aletas finas que también maximizan el intercambio de calor con el aire frío en la parte de las fases de potencia. En el PCB de ocho capas encontramos también un uso generoso del cobre para mejorar el comportamiento general de los componentes en una placa donde se manejan corrientes de intensidades muy elevadas.
El aspecto general es impresionante, todo sea dicho, con un completo panel de conexiones trasero, así como conectividad en placa donde tenemos cuatro ranuras PCIe 4.0 x16/x8/x16/x8 reforzadas con aluminio con la tecnología Ultra Durable PCIe Armor. La parte de los módulos de memoria también está tratada con tecnología de refuerzo Ultra Durable Memory Armor. Además de la parte “mecánica” también tenemos una parte estética cuidada, con iluminación RGB integrada en la placa con tecnología RGB Fusion 2.0 y controles para iluminación externa mediante tiras LEDs direccionables.

La parte del audio está cuidada también. Si nos fijamos en la parte de conexiones traseras encontramos conectores de audio bañados en oro, salida de audio óptica digital, procesador de señal ESS Sabre HiFi, así como capacitores específicos para audio. En la parte de las conexiones traseras tenemos también botones para resetear la BIOS, así como para actualizarla, junto con doble conexión Ethernet y conexiones para antena dual Wi-Fi 6. Estamos ante un repertorio de conexiones donde tampoco falta USB-C 3.2 Gen 2, cinco USB 3.2 Gen 2 de Tipo A, conexión USB para actualizar la BIOS y puerto de carga USB.

Las ranuras M.2 están ocultas bajo cubiertas metálicas que hacen las veces de disipadores, para favorecer la preservación de una temperatura óptima para el funcionamiento de las unidades de almacenamiento. También está oculto el chipset refrigerado por un ventilador activo y que se acompaña de la disipación térmica que se consigue con el recubrimiento metálico. Estamos ante un chipset y unidades M.2 que estarán bajo tarjetas gráficas de muchos Vatios de potencia disipada, por lo que es importante que estén lo más cuidados como sea posible en el apartado térmico.
Otros detalles importantes son los conectores para la fuente o para los voltajes auxiliares, reforzados también y optimizados para asegurar que las conexiones sean estables y robustas, sin margen para contactos defectuosos o que supongan un problema de cara a ofrecer al procesador una energía suficiente y estable. Estamos ante un procesador que “chupa” mucha corriente, y a más corriente, mejor calidad se necesita en las conexiones y los circuitos para evitar posibles sobrecargas o averías a medio plazo.
Página oficial del producto: TRX40 Aorus Master.