El Xiaomi Mi Laptop Air de 13'' es un equipo bien resuelto en la parte del diseño industrial y la fabricación. Tiene algún pequeño detalle que pulir, como el tamaño de las teclas de cursor, o el hecho de que el alimentador USB-C viene con el cable soldado al adaptador propiamente dicho en vez de ser de tipo modular. Pero, en general, estamos ante un equipo Ultrabook honesto y solvente que cuesta unos interesantes 899€.
Ahora, toca el turno de su tecnología propiamente dicha y sus interioridades en lo que a componentes se refiere. Su configuración es correcta sobre el papel, con todo lo necesario para que los usuarios puedan trabajar con el equipo sobre todo tipo de aplicaciones. La configuración, con un Core i5-8250U de cuatro núcleos y ocho hilos, es mejor que los Core i7 de la generación anterior y ofrece un rendimiento similar al de equipos con procesadores de 45W de generaciones anteriores. Es más, durante las pruebas hemos visto que el TDP sube hasta 28W - 30W durante los primeros momentos en los que se lanza una aplicación; después se estabiliza en sus 15W sin problema, con una temperatura de 80 grados como mucho en los cores.
Es decir, el comportamiento del equipo es muy notable, y responde a un sistema de refrigeración muy bien integrado con el equipo. La memoria de 8 GB LPDDR4, eso sí, es de un único canal, si bien no es algo que vaya a suponer un problema de cara a las aplicaciones cotidianas. Ten en cuenta que el gaming no será una de las actividades que sean abordables cómodamente en este equipo, a pesar de que lleva una gráfica discreta GeForce MX150 de NVIDIA. Eso sí, es el modelo de GeForce MX150 con TDP de 10W. Hay otro modelo con TDP de 25W que tiene un rendimiento significativamente mayor, por lo que las diferencias entre la gráfica integrada y la discreta no son tan exageradas como en otros equipos con GPUs dedicadas más potentes.

En la parte del almacenamiento, tenemos una unidad SSD NVMe de 256 GB con un rendimiento excelente. La velocidad de lectura secuencial es de nada menos que 3,2 GB/s, y la lectura secuencial es de 1,2 GB/s. Además, como propina tenemos nada menos que una ranura M.2 SATA vacía, en la que podemos instalar otra unidad de almacenamiento. Teniendo en cuenta el precio a la baja de las unidades SSD, bien podríamos instalar una segunda unidad de 512 GB o 1 TB. El rendimiento está limitado a unos 500 MB/s por la interfaz, pero suficiente para ampliar el almacenamiento sin necesidad de usar unidades externas.
El acceso al interior del equipo, eso si, a pesar de ser fácil, no lo recomendamos salvo que sepas muy bien lo que haces, claro está. La memoria no se puede ampliar. Y la batería, en caso de necesidad, puede cambiarse sin problemas por lo que estamos ante un equipo con un mantenimiento muy sencillo e incluso con posibilidades de ampliación para el almacenamiento: un bonus que no es frecuente hoy en día.

La batería, eso sí, es de "sólo" 40Whr de capacidad. Es una capacidad correcta pero sin alardear. Estamos ante un equipo con una placa base que no está tan miniaturizada como otros equipos. La carga es rápida, eso sí, lo cual compensa un poco esta carencia. Otros modelos que compiten con el Xiaomi Mi Laptop Air tienen 50 Whr de capacidad o más, como el MSI PS42 Modern, analizado hace unas semanas. El cargador es de 65W, pero el cable está soldado al transformador, lo cual no es tan conveniente como otros equipos en los que el cable USB-C es modular.
En la parte de la pantalla, nos quedamos con una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles. Es una resolución propia de equipos que no son premium, pero suficiente para todo realmente. Es más cómodo tener mayores resoluciones para editar vídeo o fotos, pero es algo que se puede sacrificar en aras de una relación calidad / precio más ajustada. Además, tiene salida HDMI directa, lo cual facilita la conexión de un monitor externo en un momento dado. La pantalla no es táctil, y está protegida con un cristal Gorilla Glass. Tiene un buen nivel de contraste y unos colores saturados que hacen que sea agradable trabajar con la pantalla. Hay que tener cuidado con los reflejos, eso sí, al ser una pantalla bastante propicia a los brillos.

La cámara frontal es "sencillita" pero válida para su uso con mensajería como Skype. En nuestro equipo de pruebas, en alguna de las actualizaciones se "desconfiguró", sin que fuera posible después encontrar los controladores o el dispositivo como tal en el Administrador de Dispositivos. En la parte multimedia, también es importante señalar que el audio está certificado como Dolby y personalizado para Xiaomi, hasta el punto de tener perfiles de sonido personalizados para diferentes tipo de auriculares de la propia marca. El chip de sonido es de Realtek (un ALC255) y, con todo, no suena mal cuando se usa con altavoces. Es mejor usar auriculares, pero con los altavoces se puede salir de un apuro.
Si nos vamos a las comunicaciones tenemos un adaptador WiFi Intel Wireless-AC 8265 junto con Bluetooth 4.2 con antenas 2x2.