Xiaomi está entrando en el mercado español con una contundencia notable. Tras la apertura de varias tiendas y la disponibilidad de un repertorio de productos cada vez más variado y a precios muy competitivos, confirma que España es un mercado interesante y con potencial de crecimiento. Uno de los terminales más interesantes que ha presentado Xiaomi es el Mi MIX 2S. Es uno de los modelos que Xiaomi posiciona en la gama alta de productos con un precio inusualmente alto para ser un terminal Xiaomi, a partir de 499€ para el modelo de 64 GB con 6 GB de RAM. Pero lo que sí está a la altura de lo esperado es todo lo que ofrece por este precio, incluyendo un diseño premium con materiales técnicos como la cerámica para la carcasa, y una tecnología con lo último en componentes y especificaciones y un énfasis especial en el apartado de la cámara.
No es un terminal perfecto, no obstante, como veremos, aunque es capaz de posicionar a Xiaomi como marca que no solo hace teléfonos económicos. Y poco a poco, va "occidentalizándose" con detalles como la compatibilidad con ARCore de Google, lo cual permite, entre otras cosas, instalar una de las apps más divertidas del momento: los AR Stickers.

El uso de materiales como la cerámica y un interés especial en el diseño, hasta el punto de publicitarlo desde Xiaomi como una combinación de arte y tecnología, hacen del Mi MIX 2S un smartphone que se dirige a una audiencia quizá más interesada en el diseño y la exclusividad que en la propia tecnología. En estos casos, es importante que la experiencia de uso no se vea afectada negativamente por una tecnología deficiente, por lo que no está de más dimensionar los componentes de hardware de forma adecuada para este tipo de audiencia.
El parecido con productos de Apple es también notable. Últimamente todos los smartphones se parecen un poco entre sí, al adoptar tendencias comunes como la reducción de los marcos, o la adopción del notch. El Mi MIX 2S no tiene notch, aunque a cambio, ubica la cámara selfi en la parte inferior (comúnmente llamada "barbilla") para evitar tener que usarlo. De este modo, la pantalla queda despejada.
Es un teléfono algo pesado en cuanto a sensaciones. La cerámica impone sus condiciones, y 189 gramos. El grosor, con 8,1 mm. no es de los más delgados, aunque a cambio tenemos carga inalámbrica y batería de 3.400 mAh (13,1 Whr) con una carga "rápida" de 7,5 Whr. Es decir, podremos cargar la batería completamente en algo menos de dos horas.

En cuanto al software, estamos ante uno de esos terminales con una capa de personalización propia: MIUI. Es una capa bastante diferente a la versión "Android pura" en la que tenemos una estética bastante "limpia" aunque diferente en muchos aspectos a la versión Android. Así, las opciones de configuración cambian bastante, así como la página de inicio, o los gestos de interacción con la interfaz. Es como si el terminal fuera un poco "a su bola".
De todos modos, es una cuestión de costumbre hacerse con el terminal y su interfaz MIUI. En última instancia estamos ante un Android 8.0 Oreo "disfrazado". Incluso, como decíamos antes, integra elementos como ARCore, que no están presentes en muchos terminales "más Android" que este en apariencia.
No tiene jack de audio, siguiendo la tendencia de simplificación de la parte de diseño industrial, aunque podremos usar un adaptador USB-C a jack de audio o auriculares inalámbricos. Las cámaras traseras sobresalen por encima de la superficie del terminal. No es nada que no suceda en otros terminales, aunque no es deseable. Es complicado prescindir de este tipo e diseño, especialmente en cámaras con zoom o con sensores de gran tamaño: la fotografía impone sus reglas en el mundo de la física, y la distancia focal se mide en milímetros que ocupan espacio y se traducen en esas protuberancias que exhiben muchos de los smartphones premium del momento.
El lector de huella en la parte trasera también hacer las veces de disparador para la cámara. Una funcionalidad interesante y muy intuitiva en cuanto a forma de usarla, especialmente para hacer fotos de tipo selfi. El uso de gestos es variado y podemos configurar un buen número de acciones a través de la pulsación de botones o combinaciones de botones o a través de gestos jugando con los bordes de la pantalla.

El color del terminal probado es blanco, aunque también hay un modelo en color negro. Son tonalidades que se benefician de la cerámica como material de fabricación. Además, el terminal viene con una carcasa semi rígida para proteger el terminal frente a los avatares del uso diario. Es una carcasa fina y discreta que imita, en parte, la estética del terminal. No es lo mismo que la cerámica, pero para el día a día es útil, aunque la cerámica es resistente y aguanta mejor que el cristal el uso cotidiano.
La apariencia de la interfaz podemos modificarla a través de temas diferentes que Xiaomi pone a nuestra disposición en la app de temas. Eso, si usamos el lanzador de Xiaomi. Como es habitual, podemos decidirnos a cambiar el lanzador por otro, como el de Microsoft, o alguno que imite a Android puro, junto con un paquete de iconos a nuestro gusto.
Es un terminal con buenos argumentos en todos los apartados, así que veamos con un poco más de detalle sus cualidades técnicas.
Página oficial del producto: Xiaomi Mi MIX 2S.