A día de hoy escoger es lo complicado. Tenemos muchas opciones para todo, y cada vez salen más y más cosas que dificultan dicha elección. Con los monitores para juegos pasa como con el resto de piezas de hardware y periféricos: se han multiplicado y han evolucionado, de manera que elegir el que más nos conviene en cada caso es una tarea, cuando menos, ardua.

Hace tiempo atrás sólo teníamos que escoger entre monitor de tubo o plano, pero una vez aquellas primigenias cajas pesadas desaparecieron, las pantallas TFT y LCD cobraron su importancia, hasta que actualmente lo copan todo, y se acompañan de otras como OLED, por poner sólo algunos ejemplos... Los monitores no necesariamente han heredado características de las pantallas de televisión, aunque hay que reconocer que han ido en paralelo.
Los monitores han seguido, pues, su propio sendero, recreando un panorama muy distinto al del entretenimiento de una pantalla de salón: han dejado a un lado las funciones SMART TV (lo que no tiene ninguna lógica en un monitor) para afinar en calidad, tasas de refresco, tecnologías que se acomoden al juego y toda una serie de exclusividades que los usuarios suelen encontrar útiles... Con todo, estamos ante una verdadera revolución en este sector, o podríamos decir que el afán de supervivencia ha afinado el ingenio de las marcas, que no querían dejar morir ninguno de los periféricos base de un ordenador...
Sea como sea, el caso es que ahora hay mucho donde elegir, y la mejor manera de salir de dudas es que alguien nos haga una pequeña guía al respecto. ¿Qué tal si nos metemos de lleno en el tema y aprendemos a distinguir el monitor que mejor se adapta a nuestras necesidades entre la marabunta actual?

Ahora los principales fabricantes han ido introduciendo sus propias tecnologías con el fin de ofrecer experiencias mejores para el juego, lo que ha acabado de separar del todo los monitores de las pantallas de televisión. Hoy aprenderemos a escoger la unidad que más nos convenga, según nuestro espacio y la máquina que tengamos, y por supuesto en relación a nuestro presupuesto, para disfrutar así de la mejor experiencia posible.
¿Vamos con ello?