El chipset es el denominador común para todas las placas que se comercializan para una generación tecnológica dada, pero más allá de lo que el chipset pueda ofrecer, los fabricantes se esfuerzan en integrar características y tecnologías propias capaces de diferenciar sus propuestas de las de la competencia. Con todo lo diferenciales que puedan ser estas tecnologías y características, acaban por ser similares en muchos casos, con la salvedad de la nomenclatura, aunque sí es cierto que permiten reconocer de un modo único las placas de diferentes marcas, así como segmentar los modelos dentro de los repertorios de cada fabricante. MSI no es una excepción y para la MSI Z270 SLI PLUS ha hecho un buen trabajo integrando tecnologías con un buen valor añadido sobre lo que el chipset Z270 puede ofrecer por sí mismo. Eso sí, teniendo en cuenta siempre que estamos en la gama PRO, menos ambiciosa en general que las gamas para gaming.

La mencionada placa ATX
Por lo pronto, como elementos visibles, tenemos los refuerzos de las ranuras PCI-Express, las de memoria y la M.2, tanto para mejorar la resistencia mecánica como para blindar las conexiones frente a interferencias electromagnéticas. MSI lo llama Steel Armor y es una característica sumamente útil que evitará más de un disgusto si hacemos palanca a la hora de instalar los módulos de memoria o las tarjetas gráficas e incluso las unidades de almacenamiento M.2. La tercera ranura PCI-E no cuenta con este blindaje, eso sí, aunque no será habitual que empleemos las tres ranuras para montar una configuración multi GPU.
En otro orden de cosas, tenemos la funcionalidad Mystic Light para conectar tiras RGB u otros accesorios LED de modo que se gestionen sus perfiles de iluminación sin necesidad de controladoras de terceras partes. Es una funcionalidad interesante y divertida que se acompaña de algunas funcionalidades más en la propia placa. Por ejemplo, en la parte del audio, con un códec completo donde destaca el aislamiento de la circuitería, así como el amplificador para auriculares con detección de impedancia hasta 600 ohmios. También tenemos la funcionalidad VR Boost, que mejora el comportamiento de los dispositivos de realidad virtual que se conecten a través de USB en los puertos gestionados por esta tecnología de MSI.




Detalles sobre la placa a tener en cuenta
En el apartado del almacenamiento, MSI cuenta con su tecnología M.2 Genie para facilitar la configuración de los dispositivos NVMe que conectemos en las ranuras M.2, PCI-Express o U.2 si se usa la tarjeta adaptadora opcional Turbo U.2 Host Card. De este modo, se pueden configurar varias unidades en modo RAID para aumentar aun más la velocidad de transferencia de las unidades de almacenamiento que instalemos. Por supuesto, es compatible con las unidades Optane, aunque de momento esta tecnología se usará como caché, más que como sistema de almacenamiento principal. En el apartado de la red, Network Genie es la aplicación de MSI para gestionar de un modo gráfico la prioridad del tráfico de red, al tiempo que cuenta con protección contra sobrecargas de tensión. En general, la placa cuenta con la certificación Military Class 5, así como con componentes de alta calidad y durabilidad como los chokes o los condensadores, así como protecciones contra electricidad estática o sobrecargas.
MSI también incluye su propia interfaz para la BIOS, así como sus mecanismos para overclocking, incluyendo un sistema de alimentación digital capaz de regular de un modo preciso las corrientes y voltajes que se entregan al procesador o a la memoria. El overclocking depende del procesador que empleemos, pero si instalamos alguno de los procesadores con posibilidad de overclocking, esta placa permitirá tunearlos de un modo preciso y fiable.




Y más detalles