Habiendo practicado overclock de la manera más sencilla posible (la BIOS es muy intuitiva, y sólo hemos tenido que subir la frecuencia a un nivel prefijado de 4,4 GHz y el voltaje a 1.350), está claro que vale la pena hacerlo, al menos en términos de rendimiento. En las pruebas hemos visto las diferencias, algo que ya sabíamos antes de empezar, pero básicamente hemos realizado esta prueba para comprobar la soltura del sistema en cuanto a esta práctico, y hasta qué punto afectaba al rendimiento en general de la placa. Lo que cabe destacar es que la Z170X-ULTRA GAMING rinde bien, que es lo que esperábamos.


Un par de detalles más de la GIGABYTE Z170X-ULTRA GAMING
En realidad, más que el propio rendimiento, que en una placa depende siempre de muchos de los componentes que le acompañen, nos interesa ese valor añadido que los fabricantes suelen proporcionarles. En este caso, multitud de ventajas: conexiones de todo tipo (USB 3.1 tipo A y C, posibilidad de Thunderbolt, DisplayPort, HDMI...), interfaces de almacenamiento (M.2, SATA, SATA Express...), calidad de componentes gracias a Ultra Durable, buen diseño (con toques led muy llamativos), circuito de audio de alta calidad, slots de RAM y PCIe fortificados para una mayor durabilidad... y un largo etcétera de opciones. Como placa base para una máquina de juegos es perfectamente válida, que es su objetivo final.


Y el embalaje en el que venía la placa
Podemos encontrar la Z170X-ULTRA GAMING por un precio aproximado de 180 euros. Le otorgamos el Premio N3D Buena Elección

LO MEJOR
- Conexiones de vanguardia: USB 3.1 tipo A y C, M.2, NVMe, SATA Express...
- Buen diseño, iluminación ked personalizable
- Buen rendimiento en general
- Calidad gracias a Ultra Durable
- PCIe y DIMM metalizados para una mayor resistencia
LO PEOR
- Precio elevado
- Al conectar una tercera GPU los SATA 0 y 1 se desactivan