Primero de todo tenemos que decir que estamos ante una placa base micro ATX, por lo que la inclusión del chipset 9400 es una gran idea. Cuando hay poco sitio, la integración de northbridge y southbridge ahorra costes y un espacio que puede ser valioso. Como otras placas Gigabyte, el PCB es de color azul. Se ha empleado la tecnología Ultra Durable 2 para asegurar una correcta estabilidad general, lo que se logra gracias a unos componentes de buena calidad.


Parte superior e inferior de la placa
Como siempre, el hueco para el procesador (LGA 775, FSB 1.333MHz) está rodeado por las diferentes fases de potencia. Esta placa está equipada con el sistema DES de ahorro energético, lo que sin duda será de agradecer en sistemas que no requieran de una potencia plena en todo momento. Frente al socket hallamos las ranuras para la memoria RAM: un total de 4 con soporte para doble canal (uno amarillo y otro rojo), con un máximo soportado de 16GB a 800MHz.



RAM, fases de alimentación y expansión
Que dispongamos de poco espacio no significa que no podamos ampliar las posibilidades de esta placa base. Por ejemplo, tenemos un puerto para gráficos dedicados PCI-Express x16 que, como ya hemos dicho, puede combinarse en Hybrid SLI con la gráfica integrada, y que soporta la versión 2.0 de este bus. También disponemos de dos PCI convencionales y un PCI-Express x1, por si hacemos corto.



Socket, northbridge y southbridge
Ya hemos mencionado la integración del chip, y eso se nota si miramos su disipador. Las dimensiones de éste son un poco mayores a las de los chipsets convencionales (sólo algunos, por eso), pero presenta una buena superficie de aluminio de color dorado que debería ser suficiente para mantener una correcta temperatura del conjunto. El logo de Gigabyte está inscrito sobre este disipador, a modo de detalle.