Intel dijo que se iba a pensar qué hacer si AMD se separaba en dos, tal y como ha hecho, ya que ponía entre las cuerdas los acuerdos entre ambas compañías. De momento piensa que va romper la licencia para fabricar procesadores x86 con AMD, ya que ésta viola la licencia del 2001 al externalizar la producción de sus líneas de Athlon, Phenom y Opteron a GlobalFoundries.
Aunque dejan un margen de 60 días para que AMD se exprese, y no se descarta la negociación de una nueva licencia, los "verdes" recurren a dar datos de la vieja licencia que le pudieran dar la razón, suceso que Intel tacha de contradictorio, ya que el propio acuerdo impide darse a la luz y menos airear la disputa a los medios públicos, que es consecuencia de las infructuosas negociaciones que se llevan a cabo desde octubre del año pasado.
Mientras que los aspectos legales se los dejamos a la gente especializada, Intel debería ser cautelosa con su decisiones empresariales -aún con la razón de su parte- que pudieran desencadenar en una situación de dominio absoluto de la tecnología x86 (80% de la cuota de mercado y 90% en el móvil), ya que los organismos pertinentes podrían sugerir una división de la misma por monopolio. Intel recordemos que también ha acusado a NVIDIA de saltarse las licencias en la fabricación de placa base para los Core i7, con lo que tiene bastantes frentes abiertos.