Para aquellos que ya estáis habituados a montar vuestro ordenador ya sabéis cómo funciona pero montar un Pentium 4 tiene algunas diferencias. Por otro lado, los que nunca habéis montado un ordenador veréis como el montaje del cooler, disipador y la conexión con la fuente de alimentación es una parte sencilla ya que es muy mecánica. Llevo ya algunos años montando ordenadores y siempre es curioso ver cómo se las arreglan los diseñadores de sistemas para acoplar un disipador a un chip. Hoy la mayoría de procesadores van en un formato que permite su inserción en Socket ZIF (Zero Insertion Force).
Empecemos por el principio, obviamente.
Insertar el chip es fácil. Se levanta la palanquita marrón y se deja caer suavemente el chip encima del socket, se hace una ligera presión y se baja la palanquita. El único detalle a tener en cuenta es que el chip sólo entra de una manera posible, si lo observáis veréis que en uno de los lados le faltan dos patitas en una esquina, pues bien, deben encajar con la parte del socket donde también faltan dos agujeritos en una esquina. Por la parte de arriba observad que el chip tiene un agujerito, un canto romo y una flechita dorada, ¿más indicaciones?

Pentium 4 Socket 478
Otro punto que me ha gustado mucho es el gran tamaño del chip. Si bien el procesador en sí ocupa muy poco (fabricado a 0.18 micras), Intel le ha puesto lo que llaman un IHS (Integrated Heat Spreader). De esta forma se obtienen dos ventajas:
1. El calor del núcleo del chip se reparte en una superficie mayor directamente. Obteniendo una mayor superficie de contacto se transmite mejor el calor de un medio a otro.
2. Se reparte mejor la presión del disipador y por lo tanto se evitan roturas del núcleo, típico en procesadores AMD. Al ser metálico el IHS también protege al chip.